El 30 de noviembre, a las 12 del mediodía, Izquierda Unida convoca una concentración en la puerta de la Subdelegación del Gobierno en Jaén, para reclamar un PER extraordinario para este año, así como la desaparición del requisito de las peonadas para acceder al subsidio agrario, teniendo en cuenta las malas condiciones climatológicas con la consiguiente mala cosecha.
Desde aquí animamos a participar en dicha concentración, en la que contaremos con la presencia de Cayo Lara, Coordinador Federal de IU, y de Diego Valderas, Coordinador General de IU Andalucía.
Este es el escrito que se entregará en la Subedelegación del Gobierno:
A LA EXCMA. SRA.
MINISTRA DE EMPLEO Y SEGURIDAD SOCIAL
POR UN “PER ESPECIAL” Y LA ELIMINACIÓN DEL REQUISITO DE PEONADAS PARA
ACCEDER AL SUBSIDIO AGRARIO
Las adversas
condiciones climatológicas que se han dado en el último año hidrológico, con
numerosas heladas, ausencia de lluvias y altas temperaturas han provocado que
se confirmen los peores augurios para el olivar y otros cultivos, generando una
situación que puede ser alarmante en los próximos meses en una provincia, como
la nuestra, con una alta dependencia del monocultivo del olivar. Tanto las
cooperativas como las organizaciones agrarias coinciden en que la actual
campaña oleícola va a sufrir una drástica reducción de la producción, que se
puede situar por encima del 70%. El escenario se agudizará, ya que muchos
olivareros no realizarán la recogida de aceituna de su explotación por la baja
producción y, por tanto, nula rentabilidad. Así, la provincia de Jaén y el
campo andaluz en general se encontrarán ante un grave problema social derivado
de una merma muy importante en la campaña oleícola por la reducción en la misma
proporción del número de jornales en la campaña de recogida de la aceituna, en
un sector del que dependen el 90% de los municipios de la provincia de Jaén.
A las pésimas
previsiones para la actual campaña se añaden los datos de desempleo que, según
la EPA del tercer trimestre de 2012, sitúan a Jaén como la provincia con
mayores niveles de desempleo de toda Andalucía, con una tasa del 39,13%, lo que
supone casi 4 puntos por encima de la media andaluza.
Por otra parte,
el popularmente denominado “Plan de
Empleo Rural” ha jugado un importante papel en las zonas rurales, las
cuales tradicionalmente habían estado sometidas al abandono y la marginación,
relegándolas a la consideración de territorios en los que albergar un ejército
de mano de obra de reserva para su utilización durante la campaña agrícola y en
aquellos procesos productivos que pudieran ponerse en marcha en las grandes
ciudades y en otros territorios del Estado. El PER, que afecta a Andalucía y
Extremadura, suponía el desarrollo de tres líneas de intervención: Formación,
empleo y protección social. Este Plan ha sido la base sobre la que se ha
apoyado la transformación social de las zonas rurales de nuestro territorio.
Sin embargo, ha sido denostado hasta la saciedad, y aún hoy sigue siéndolo,
precisamente por aquellos que justificaban y reforzaban las estrategias de
abandono y marginación. Sin embargo, el PER permitió que nuestros pueblos
fueran adquiriendo unas infraestructuras y dotaciones de las que hasta entonces
carecían.
La
implementación del PER en los municipios rurales permitió, en primer lugar, que
el conjunto de la población jornalera pudiera tener acceso a un sistema de
protección, en forma de Subsidio Agrario, que se le había negado de manera
sistemática hasta ese momento. El acceso al Subsidio Agrario supuso la
posibilidad de que cada persona jornalera adquiriera dignidad como trabajadora
y pudiera garantizar unos ingresos básicos para el sostenimiento de su familia.
Por otro lado, el PER ha permitido a los trabajadores agrarios que pudieran
complementar la renta familiar con la realización de trabajos fuera del campo,
cuando las faenas agrícolas decaían o el trabajo en el campo no existía,
mediante programas de obras públicas desarrollados desde los ayuntamientos
andaluces que permitían ofrecer a los trabajadores agrarios unas rentas
complementarias para ayudar a cubrir las necesidades, a la vez que facilita la
práctica laboral en nuevas profesiones que permiten completar así la formación
laboral recibida.
El actual
Programa de Fomento del Empleo Agrario (PFEA) es un instrumento que, a través
de subvenciones a los ayuntamientos, permite realizar inversiones en el mundo
rural y contribuye a fijar en éste a la población. Fue establecido en 1986, con
el nombre de Plan de Empleo Rural y en sustitución del llamado “empleo comunitario”. El PER estaba
destinado a las comunidades de Andalucía y Extremadura para que contratasen a
trabajadores eventuales agrarios jornaleros en paro y facilitar así un período
de empleo y el acceso a un subsidio especial de desempleo.
Hay que
distinguir entre el Programa de Fomento de Empleo Agrario (antes PER) y el
subsidio por desempleo para los jornaleros. El primero existe también en
Castilla-La Mancha, Murcia y Valencia. El segundo no. El “PER” consiste en que el Estado destina un fondo anual para que los
ayuntamientos realicen obras y contraten a jornaleros en paro. El dinero va a
los consistorios, que presentan sus proyectos de obras a los directores
provinciales de Empleo (dependientes del Ministerio) para que los aprueben. A
priori, reciben el 70% y el resto al acabar las obras y justificar los
contratos hechos. Si no, deben devolver el dinero. A andaluces y extremeños
esos contratos les sirven para completar las peonadas que necesitan para cobrar
el subsidio. En1986 se creó un subsidio para la población rural andaluza y
extremeña que reúnan 35 peonadas al año y con un tope de renta anual. En
Andalucía este subsidio lo cobran unas 250.000 personas de las 470.000
inscritas y ronda entre los 426 y los 569 euros mensuales.
Hoy, más que nunca, el Plan de Empleo Rural (PFEA) resulta básico e
imprescindible para nuestras zonas rurales, siendo necesario adoptar algunas
medidas particulares que refuercen la capacidad protectora y de garantía de
rentas que dicho plan tiene.
Es por todo ello que los alcaldes-as, concejales-as y el conjunto de cargos
públicos de IULV-CA de la provincia de Jaén instamos al Gobierno de la Nación,
a través de la Subdelegación del Gobierno en Jaén a:
1º.- Poner en marcha, con carácter de urgencia, un
Programa de Fomento del Empleo Agrario Especial, con fondos extraordinarios,
para ayudar al mundo rural a superar la terrible crisis económica y la falta de
actividad agrícola por la que estamos atravesando.
2º.- Eliminar, durante los próximos 24 meses, el requisito de
tener un número de peonadas para poder acceder al Subsidio Agrario, con efectos
desde el año 2012 hasta el año 2014.
3º.- Desarrollar programas de formación
profesional en las zonas rurales para mejorar la capacidad laboral y
profesional en el medio rural andaluz.
Jaén, 30 de noviembre
de 2012.