Nuevamente los datos oficiales del paro registrado vienen a confirmar lo que se oye en la calle: esto va cada vez peor.
En Andalucía, ni siquiera la Semana Santa, con la vida que le da a la hostelería, ha conseguido que disminuya la cifra de la vergüenza. Las Reforma Laboral y las políticas de recortes del Gobierno Central, junto a un trato discriminatorio hacia Andalucía -seguramente por no tener el mismo color político que el Gobierno- hacen, una y otra vez, que los supuestos brotes verdes se marchiten, ahora anegados en agua. Sin olvidar el punto de partida: cuando conquistamos la democracia, cuando conquistamos la autonomía, Andalucía era el patio trasero de la finca del señorito, la reserva de mano de obra barata, buena para la fiesta, el cante, el sol y la playa -como la vendía la propaganda del régimen franquista -, y sin ningún tipo de tejido industrial.
En nuestra provincia, el paro ha aumentado en 1.873 personas más desde el mes pasado, un 2,58%.
En Torredonjimeno, el paro registrado asciende a 1.614 hombres y mujeres, 105 más que al finalizar Febrero, un 7% de aumento.
Son las cifras de la vergüenza para un Gobierno, y para el Partido Popular que lo sustenta, que no es capaz de poner como prioritaria la creación de empleo, y que se ciega con las grandes cifras macroeconómicas -aunque tampoco ahí les salen las cuentas-, a costa de tener una población cada vez más empobrecida y humillada.
El tiempo sigue corriendo, y mucha gente, cada vez más, ya no pueden esperar más.
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